A veces, no le hacemos frente a la memoria para evitar ese sentimiento que nos invade por pensar en algo que te ha hecho tanto daño y que de alguna manera has dejado atrás para no atormentarte más. Pero no todo son malas experiencias, también el pasado ayuda a corregir el presente y proyectarme hacia un futuro.

Cuando llegó mi caja de herramientas a la casa tenía tantas cosas en mi cabeza concentradas: estrés laboral, personal y que de alguna manera tenían gran importancia, que no puse mucha atención a su llegada. Para mí la experiencia fue recibirla, dejarla a un lado y esperar las indicaciones, no quería pensar en que esto se sumaría como una tarea más del trabajo, así que me distancié y simplemente no la vi. Por eso no tuve curiosidad de saber lo que había dentro, solo seguí las instrucciones y tranquilamente desarrollé la primera actividad sin ansiedad.

En nuestro primer encuentro, al que le llamó RECORDAR, viajé a mi infancia y me di cuenta que he sido muy feliz, viví muchas alegrías en la tierra donde nací y tengo muy bellos recuerdos de la tierra de mamá a la que le tengo más amor que a la misma ciudad donde resido.

Siempre he pensado que debí nacer donde mamá lo hizo porque cada vez que visito ese lugar, diariamente sonrío y mi cuerpo se siente como en un colchón de nubes. Pero bueno, me distraje un poco al querer narrar mi infancia feliz. Decía que tuve momentos lindos y que de todos los malos eran muy pocos así que decidí volver a un pasado más actual donde realmente sentí que la vida se me acababa.

Ese hecho me permitió realizar el ejercicio de memoria y ubicarlo en la línea de tiempo y ahora después de superar varios momentos de ese angustioso momento, puedo decir que los momentos de dificultad tienen posibilidades de mejorar y por eso mi recuerdo feliz escogido no fue mi bella infancia sino la llegada de mi gato. Yago me trajo alegría y fue un motivo mágico para continuar con mi vida. Sentí nuevamente un rumbo, un rol. Cuando los ubiqué en el mapa de emociones uno tan lejos del otro, vi que simplemente son dos momentos que nos dejan emociones y cicatrices.