Sol Angie Arenas

Animadora teatral y Gestora de memoria (2020)

Grupo teatral juvenil y comunitario Kalen Teatro Municipio de Candelaria, Valle del Cauca.

Programa Jóvenes teatro y comunidad – Teatro Esquina Latina

Reviviendo la historia

El Centro Nacional de Memoria Histórica ha traído hasta mi puerta una caja cargada de herramientas, al abrirla me encontré con cosas maravillosas. Tenía un lápiz y un lapicero, una pluma y un tintero que me permitieron recordar. Recordé el día en que mamá me enseñaba a escribir las vocales. Recuerdo a mi abuelo dibujando con pluma y tinta china.

La caja también tenía lápices y un bloc de colores que me recordó a la profesora Martha de transición, haciéndome pintar ositos.

“Caja viajera”. Ilustración: Isabel Cristina Gil Valencia para el CNMH, 2020.

También tenía un paquete de ejercicios y una guía de actividades: la línea de tiempo, cartografía del recuerdo, un trébol y muchas cosas más. Esas actividades me dieron un paseo por la memoria removiendo sentimientos que no recordaba que estaban ahí y me hicieron vivir los conceptos de: memoria individual y memoria colectiva, haciendo paralelos en el tiempo con acontecimientos personales y acontecimientos importantes que sucedieron en mi municipio en las mismas fechas.

Esta caja de herramientas no contenía sólo materiales, venía con el acompañamiento constante de Isabel. No puedo decir que ella venía dentro de la caja, pero fue una gran herramienta de aprendizaje, ayudándonos a comprender y tecnificar más nuestra labor teatral comunitaria. También revive la historia de una niña de un lindo municipio, que llegó a un grupo de teatro donde le enseñaron a cuestionar: ¿cómo se construyó su pueblo?, ¿qué hechos lo han marcado? y ¿cuáles son las problemáticas de su contexto?

Esa niña soy yo y gracias a esto, hoy soy la animadora y gestora de memoria del grupo teatral, juvenil y comunitario Kalen de Candelaria, Valle, siguiendo los pasos de Victoria, quien fue mi tutora cuando yo tenía 13 años. En pocas palabras, me recordó por qué estoy en el proyecto de Esquina Latina aportando mi granito de arena.

Hago este escrito contando la manera en que la caja de herramientas fue detonador de mis recuerdos, porque en todo el proceso me sentí como la señora Ana Josefina Rosa Isabel cuando Guillermo Jorge Manuel José le da regalos para ayudarle a recuperar sus memorias. Haciendo referencia al magnífico cuento de Mem Fox. En mi experiencia, a diferencia del Alzheimer de la señora Ana Josefina Rosa Isabel, he descubierto que olvido como decisión voluntaria, como un mecanismo de defensa.

Había decidido olvidar la muerte de mi madre que sucedió ya hace tiempo cuando era niña y no quería el peso de ese dolor en mi vida. En ese olvido voluntario, un día olvidé hasta su nombre y borré de mí la palabra mamá. No la usaba más que para hacer chistes pesados a mis amigos. Hace unos días, en la reunión con Isabel tuvimos como invitado a David, del Museo de la Memoria en Medellín. Él le preguntó a mi compañero Anderson – ¿Cómo es posible que no recuerdes el nombre de tu bisabuela, si gracias a ella tienes vida?-.

Recordé que alguna vez también había olvidado el nombre de mi mamá y ¡es la mujer que me dio la vida, que me crió y cuidó mis primeros 10 años! He resignificado el nombre de mi mamá, ya no quiero que sea vacío o ausencia, decido que sea: alegría, dulzura e ingenuidad.

Todos los momentos atesoro lo que pudimos compartir. Sé que es parte de mí y lo será siempre. Yo decido cómo quiero recordar a Norbelly, mi madre.

¡Ve!

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